El sábado 2 de abril la Barts de Barcelona vivió un concierto mágico donde la música nos hizo viajar, Ariel Rot y Kiko Veneno presentaron en concierto “Un país para escucharlo”.

Pasaron las ocho treinta de la noche cuando la banda y los dos protagonistas de la noche saltaron al escenario, cada uno con sus guitarras y su manera de sentir la música iniciaron la noche con Memphis Blues y Dulce condena, para seguir con Los delincuentes y terminar el primer bloque musical con El mundo de ayer.

Este espectáculo se vive así, se escucha así, canciones de Ariel o de Los Rodríguez, canciones de Kiko Veneno, pero como ya lo habíamos vivido en el programa de televisión los invitados le daban vida a la música y para el concierto no podían faltar, el primero de ellos, y que llegó a ponerle ritmo a la noche, fue Muchachito Bombo quien los acompañó con guitarra y voz en las canciones Lo que me importa eres tú, Tu nombre y Sin documentos, pero no estuvo solo, porque a mitad de la actuación apareció el saxofonista Dani Nel·lo quien mostró todo su arte en las canciones.

Tras la intensidad rítmica de estas canciones, Muchachito se despidió del escenario y Ariel junto a Kiko presentaban a una joven invitada, Kora llegaba a la Barts para cantar junto a ellos su canción Como si nada, un momento de tranquilidad que desató un aplauso casi entre lágrimas al finalizar la bella interpretación de la joven catalana.

Ariel, Kiko y la banda se quedaban solos una vez más sobre el escenario, y con ello interpretaron Hambre y Me estas atrapando, canciones que una vez más subían la temperatura del público, también fue la pequeña pausa para dar paso a los siguientes invitados, Gerard Quintana y Josep Thió de Sopa de cabra saltaban al escenario para cantar Camins, y luego presentar a Raul Refree quien también los acompañaría a la guitarra para interpretar L’home estatic, logrando con esto escuchar cantar a Kiko Veneno en catalán, algo que fue aplaudido por los presentes, el bloque de estos invitados terminaría con el ritmo de Joselito poniendo a bailar a toda la Barts.

La calma volvería una vez más al escenario y las butacas, Ariel y Kiko se quedaban solos con sus guitarras, para regalar dos canciones en acústico, la primera de ellas fue Bar Soledad del músico argentino y la segunda de ellas fue Obvio del español, ambas canciones fueron escuchadas con atención y coreadas con susurros para no interponerse en este mágico momento de paz.

El par de canciones concluyó con un aplauso de pie para ambos artistas, que se sonreían mutuamente mientras escuchaban las muestras de cariño de su público. Mientras esto ocurría la banda volvía a tomar posiciones, el final se acercaba, había que entregarse y regalar las últimas canciones del concierto. Mercedes blanco, Milonga del marinero iniciaron el principio del final; seguido de esas canciones llegó Baile de ilusiones, que como lo dice el nombre fue un baile y carretada de palmadas mientras sonaba esta canción, la noche terminó con Echo de menos o eso parecía, porque al finalizar la actuación el público aplaudía de pie, la banda se iba del escenario luego de agradecer, y Kiko Veneno se puso al frente y mirando a Ariel Rot comenzó a gritar ¡Otra, Otra! provocando que el público lo siguiera a una voz.

Cuando todos volvían a tomar posiciones el público cantó el cumpleaños feliz, esto porque el día domingo era el cumpleaños de Kiko, en ese momento Ariel pidió saliera la tarta para el festejado y así fue, Muchachito salió con un pastel y las velas, el intérprete emocionado y con una sonrisa en el rostro apagó esas velas entre el aplauso de sus seguidores.

Luego de este momento el show continuaría y comenzaron a cantar Salta, desatando la locura de los asistentes, regalando ese baile que todos querían antes de irse, pero la noche concluiría con Volando voy junto a todos los invitados de la noche, el público de pie y coreando a una sola voz la canción. Ariel Rot, Kiko Veneno y el espectáculo de Un país para escucharlo han logrado conquistar Barcelona, enamoraron con sus canciones, con sus invitados, hicieron viajar a través del tiempo a quienes habían llenado la Barts.