El Teatro Borrás en Barcelona abrió sus puertas el pasado domingo 30 mayo para vivir una mañana de música de autora con TéCanela y Pedro Pastor.
Fueron casi dos horas de concierto que iniciaron con Jano Fernández y Ariadna Rubio (TéCanela), acompañadas de Pedro Pastor y Álvaro Navarro sobre el escenario para juntas interpretar la primera canción de la tarde.
Un inicio que era muestra de lo que estaba por venir, TéCanela se quedó sobre el escenario para con sus canciones levantar el ánimo de los presentes, con temas que han sido emblemáticos en su carrera musical fue como de a poco llevaron al público de la mano en este viaje musical onírico sin retorno.
Sus seguidoras y seguidores se dejaron llevar desde el primer momento, los aplausos alimentaban el escenario, los coros llenaban de magia el recinto, y algunos bailes aparecían para liberar toda la energía guardada. Embelesados por las voces de Ariadna y Jano el público sonreía tras las mascarillas, las miradas fijas sobre el escenario no perdían detalle de lo que estás dos artistas hacían con su música.
Fueron minutos que pasaron como el agua de un río sin detenerse y siempre yendo al frente, TéCanela dejó el escenario, pero no sin antes agradecer al público sus coros y aplausos, dando gracias por la entrega que cada uno dio durante toda su presentación, dieron paso con esto a Pedro Pastor.
El cantautor llegó solo con su guitarra para el primer tema, pero de inmediato se incorporó Álvaro Navarro para acompañarlo en las siguientes canciones y ser cómplice de todos los momentos que estaban por venir.
Pedro Pastor y Álvaro Navarro a golpes de guitarra llenaron de energía el escenario, por momentos Álvaro tomaba la flauta y acompañaba con voces las canciones, normalmente 4, esta tarde eran 2, pero como si fuese la banda al completo ambos artistas inundaban de magia el teatro.
La alegría de tocar frente a tu público no podía contenerse, Pedro lucia alegre, cuando hablaba se dejaba llevar por el momento y perdía el hilo de lo que decía, sonreía y hacía sonreír a la gente, pero lo que más lograba era animar a todos aquellos que no han pasado buenos días, conseguía con su música arroparte y mimarte, pero también te hacía reflexionar sobre lo que vivimos en la realidad actual.
Pedro y Álvaro regalaban el momento más íntimo de la tarde, cuando sin micrófonos ni instrumentos y sentados al frente del escenario interpretaron una canción a capela, la cual fue escuchada en silencio, hasta que llegaban los coros donde a una sola voz el teatro la cantaba.
La tarde llegaba a su fin, Pedro Pastor se despedía del público que le había regalado una alegría, se despedía junto a Álvaro agradeciendo a todas y todos los que hacían posible que la música siga siendo escuchada en directo.
Las luces del teatro se encendían, las puertas se abrían para que todos saliesen, pero justo en el momento en que esto ocurría volvían al escenario las 4 artistas, TéCanela, Pedro Pastor y Álvaro Navarro regresaban para cerrar el concierto como inició con las cuatro interpretando una última canción.
El público de Barcelona aplaudió de pie para despedirse de sus artistas, cantó con el alma cada una de las canciones, agradeció con gritos y bailes a TéCanela, Pedro Pastor y Álvaro Navarro las dos horas de música de autor que les habían regalado. Las cantautoras se despidieron felices, sonrientes y con ganas de más, porque su música no para, y Barcelona fue testigo de que la música sigue viva.
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