SIDECARS LLENA LA RAZZMATAZZ CON TRECE

 

La noche del viernes 13 de enero la Razzmatazz recibió “Trece”, el directo del nuevo disco de Sidecars, una fecha esperada por sus seguidores.

La mítica sala de Poble Nou fue testigo de cómo por primera vez Sidecars se subía a su escenario principal, pasadas las nueve de la noche la banda liderada por Juancho salió a escena para deleite de quienes ya habían llenado la sala minutos antes del inicio del concierto.

Sidecars Razzmatazz

La música comenzó a sonar, las canciones llenas de carga emocional hicieron vibrar los corazones de los presentes, la energía era desbordante tanto fuera como dentro del escenario, los aplausos, los coros ensordecedores fueron el hilo conductor de este espectáculo sonoro.

Este nuevo show estaba centrado en las canciones de “Trece” el más reciente material de la banda, sin embargo, no podían faltar las canciones que catapultaron la carrera musical de la agrupación, canciones que sin haber sonado una estrofa la gente ya identificaba y comenzaba a cantar. En ocasiones Juancho sólo escuchaba a su público, se dejaba llevar por el sonido de esas personas que le cantaban a él y la banda.

La alegría y el nerviosismo de estar por primera vez en este escenario de Barcelona era evidente, las sonrisas invadían a cada uno de los miembros de la banda, quienes se miraban los unos a los otros como se quisieran saber «si esto era real». Todo esto era tan real que en más de una ocasión el nerviosismo se apoderó de Juancho, quien olvidaba las letras de sus canciones, y sólo sonreía cuando esto ocurría, a lo que su público le respondía cantando esa parte que había olvidado.

La banda debe su nombre a una sala de Barcelona, Sidecar, por lo que no dudaron en recordar aquellos primeros conciertos en esa sala y en otros sitios de la ciudad, recuerdos convertidos en personas, personas que también estaban esta noche para seguir siendo parte de su andar musical.

Fueron dos horas de concierto, donde la música no paró, donde la energía siempre fue en aumento, donde las voces se quedaban sin aliento, sin embargo, siempre había fuerza para una canción más, para un aplauso más, para un salto más al vació sonoro que las canciones de Sidecars nos provocan.

Sidecars enamoró con su música a Barcelona, regresó a esta ciudad para vivir al límite un concierto que quedará enmarcado como su primera memorable vez en Razzmatazz.

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