Por: Mónica López
No sé si será la edad, o que en aquella época yo era una adolescente, pero aunque han pasado 15 años, poco más, del boom de El canto del loco sigo escuchando sus canciones, me siguen gustando, y sobre todo, creo que hacen falta más bandas como lo eran ellos y otras de esa época.
Rock pop, más pop que rock, con acordes sencillos, letras sencillas, digeribles, de eso que tanto criticaban, que era música para «quinceañeras», pero que lograba que cada asistente (a sus conciertos) se cantará todas sus canciones de principio a fin y que saltarán sin vergüenza durante todo el concierto.
Aún recuerdo haber conseguido videos del concierto en el Vicente Calderón, ver cómo sus fans llegaban días antes, como se dejaban la voz en cada canción, como en las tomas y en las fotos se les veía llorar de emoción, no sentían vergüenza por demostrar su pasión por ese grupo. Y siempre quise ir a un concierto de el canto del loco en alguno de esos grandes recintos, pero lo más cerca que llegué fue al Hard Rock Café (de la ciudad de México), y alguno más, sin embargo, ese pequeño concierto me mostró un poco de todo lo que podías disfrutar en uno de esos conciertos, y salir con moratones y sin voz por haber cantado a gritos la canción que en ese momento decía todo lo que sentías.
Por eso es que siento que hace falta en la actualidad un grupo como el canto del loco, como la oreja de van Gogh. Que a veces quiero dejar descansar a mi cerebro de las palabras rebuscadas del «indie» y de su música a veces tan saturada de arreglos y claro está, también del reggaeton, del urbano que al contrario del indie, insulta mi inteligencia, con sus letras absurdas y su música de dos acordes.
Además de que exista un grupo así, que me dé ese término medio, algo aún más importante es que las personas no sientan vergüenza por decir que son fans de tal o cual músico. Si te gusta siéntete orgulloso de decir que te gusta su música, su trabajo, en lugar de grabar todo el concierto, déjate la voz en cada canción, salta y mira a tu alrededor que no eres al único que le gusta, que hay, quizá, miles de personas que escuchan lo que tú.