En Comunidad 18, hemos tenido la oportunidad de ver a Rozalén en varias ocasiones en la Ciudad de México, esta cantautora en anteriores ocasiones había conmovido al público en un sitio íntimo y acogedor como el Lunario del Auditorio Nacional.
Sin embargo, este 6 de octubre, la cantautora decidió dar un vuelco de emociones al público en el Teatro Metropólitan.
Una tormenta fue el gran reto a vencer para llegar al recinto, pero una vez dentro, el mundo real se quedó afuera de las grandes puertas doradas que resguardan el teatro.
Para ayudar a entrar en calor, el cantautor Pehuenche presentó un par de temas que animaron al público. Unos minutos más tarde las luces se bajaron en el escenario y entraron poco a poco todos los integrantes de la Banda de Rozalén, incluso Bea.
Y al final apareció Rozalén con una sonrisa inmensa y sin más presentó En este tren, un detalle destacable es la bandera mexicana que colgaba en el pedestal de su micrófono, el amor por este país es irrefutable.
En seguida se escucharon los acordes de Será Mejor un tema que pensamos tardaría en llegar, ya que evidentemente es una de las favoritas, pues el público no miente con sus ovaciones.
En esta ocasión la albaceteña contó a todas las asistentes, que este 6 de octubre era uno de los días más felices de su vida ya que quería celebrar muchas cosas, como el estar por primera vez con su banda al completo en México; el que después de largos años de espera se encuentra con un público al que quiere tanto, además de celebrar el aniversario de su disco debut Con derecho a… (5 de octubre). La voz a punto de quebrarse y la forma en que levantaba la vista incrédula ante tanta gente, demostraba que en verdad este sería un día inolvidable para cada una de las personas que esa noche se reunieron para disfrutar de la música.
La Línea y Justo llegaron juntas, temas que conmovieron a cada una de las personas ahí sentadas, que rezaban, por lo bajo, palabra por palabra.
Las sorpresas son una constante en los conciertos de Rozalén en México y este día tan especial no iba a ser la excepción, la primera fue la presentación de una canción inédita titulada Mar en el trigal; y la segunda es la presencia de Esteman con quién interpretó la colaboración Extraños; pero eso no fue todo, minutos después la cantautora bajó del escenario, nadie sabía qué pasaba hasta que se detuvo en una de las filas más cercanas, le cedió el micrófono a una chica que con un emotivo discurso pidió matrimonio a su novia quien sorprendida aceptó mientras Rozalen les preguntaba cuál era su canción favorita y a capela se escuchó Comiendote a besos, acompañada del coro del público
Después de derrochar tanto amor, llegó el momento de un Popurrí que incluyó temas como Berlín y Aves Enjauladas, la gente estaba totalmente cautivada por la interpretación de Rozalén que en todo momento hacía notar su esfuerzo por demostrar amor a su público.
Tras La maza, Rozalén aseguro que había empezado con los temas más intensos, para “hacer terapia y sacar todo”, pero que ya era momento de comenzar la fiesta, la cual se inauguró con Que no que no, tema que interpreta con la Sonora Santanera y que le hizo acreedora a un premio Goya.
Yo no renuncio siguió como una oda a las “malas madres”, después continuó con el tema que hizo en colaboración con Estopa Vivir, la cosa tomó tintes de tradicional mexicano con El día que yo me muera y Amiga, para ese momento la gente estaba de pie saltando de un lado a otro con Me arrepiento y Tu nombre.
Le siguieron los clásicos que le gente cantó a todo pulmón como 80 veces, Vuelves, Comiéndote a besos y para cerrar Rozalen contó que un tema surgió en el Tepozteco, un lugar de mexico que la llenó de paz, y la dedico a todas las personas asistentes invitándoles a «cuidar el arbolito que todos tenemos a ver si así se salva el bosque» y las notas de Y busque se abrieron paso entre gritos y aplausos.
El gran cierre, de la primera parte, llegó con Girasoles que nadie perdonó para bailar y cantar. El escenario bajo todas la luces, la gente empezó a gritar por otra y pocos fueron los minutos de espera para ver de nuevo a Rozalén y a su banda en el escenario
El verdadero cierre fue con tres temas que representan a Rozalén en su máxima expresión: Agárrate a la vida que presentó hablando, sobre la importancia de la salud mental y la dedico a todas esas personas que no encuentran motivos para agarrarse a la vida. Después vino la Puerta Violeta la cual interpretó bajando del escenario en un recorrido por los pasillos cercanos saludando a todas las personas que se acercaban a ella.
Y La última canción fue El paso del tiempo, una canción con que nos transportó a una disco de los ochenta y no dejó indiferente a nadie. En este cierre, Rozalén y compañía se despedían tanto que el dicho “el que mucho se despide, pocas ganas tiene de irse” se aplicaba perfectamente en esta noche.
Ver a Rozalén siempre es un viaje de emociones, pero esté viaje tuvo muchas escalas, que nos llevaron el corazón y los sentimientos al límite, algo que nos dejó a todos un gran sabor de boca, ganas de más fiesta y sobre todo ganas de más música en directo.