Texto y fotografías: Fernando Pérez
Noviembre inició en Barcelona con un recital-musical cortesía de Bruno Sotos y Joan Camps, quienes combinaron su talento para crear una velada mágica llena de emociones y amistad.
La música inició la noche del 1 de noviembre, Luga fue el encargado de abrir el show y calentar al público con dos canciones; terminadas éstas y emocionado por el momento, él mismo presentó a uno de los dos principales protagonistas de la noche: Joan Camps.
La New Fizz aún vestía su disfraz de Halloween, pero a los segundos de haber iniciado la poseía de Joan la atmósfera se transformó, las emociones comenzaron a brotar de todos los rincones de la pequeña sala y los primeros grandes aplausos no se hicieron esperar. Tras recitar algunos de sus poemas el poeta presentó al que sería su compañero de viaje esa noche, Bruno Sotos subía al escenario para, con su guitarra, un primer tema.
Con ambos artistas sobre el pequeño escenario el recital-musical comenzaba, mientras Joan recitaba Bruno con su guitarra acompañaba los versos, para posteriormente interpretar una de sus canciones. En otros momentos Bruno cantaba, paraba su canción y Joan recitaba, combinación que enganchaba, que hacía viajar y que mantenía atento al público de Barcelona.
Era una noche especial para ambos artistas ya que es la primera vez que hacían algo así, por lo que querían compartirlo con más amigos y para ello los invitados fueron la cantautora Dàhlia Durán quien interpretó una de sus canciones, y Esteban Faro que acompañó en un poema a Joan y además cantó dos de sus canciones.
El show estaba por terminar y Bruno volvía a escena, pero pidió que todos se acercaran a la primera fila, porque lo que se venía era el momento más íntimo del show, el mallorquín cantaría los últimos temas desenchufado, la gente presente escuchaba atento y se sorprendía con la potencia vocal del cantautor.
Una vez más, así como fue a lo largo del recital-musical, Bruno pidió a Joan lo acompañara, para juntos, terminar como todo había iniciado, con poemas y canciones escritas desde el corazón, llenas de sentimientos y de historias que han llegado más allá de las páginas de los libros o más allá de los discos.
Bruno Sotos y Joan Camps consiguieron que la New Fizz viajara con amigos, con las emociones de la mano entre música y poesía.
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