Más de 11 razones para bailar con Aitana

Este 14 de octubre, el teatro Metropólitan de la ciudad de México se llenó por completo para disfrutar de Aitana en directo y así se vivió esa noche especial, llena de color y buena vibra.

A las ocho treinta de la noche, las luces se apagaban, comenzó a sonar la música que quedaba opacada por los gritos de euforia de los asistentes. Las pantallas iluminaron las primeras filas y a los músicos que tomaban poco a poco su lugar. Los gritos aumentaron cuando se ve la silueta de Aitana entre las luces parpadeantes y tras un último segundo de oscuridad apareció Aitana en lo alto del escenario con todo el público en pie y listo para una noche única.

11 razones es de las primeras canciones en sonar, todos cantan junto a Aitana, letra por letra, y sin olvidar el ritmo que acompaña a una de las canciones con más ritmo y que da nombre al tour que la trajo a México. Al terminar agradece que hayan agotado los boletos, que eso le llena de ilusión y más porque son los primeros conciertos que hace fuera de España y no sabe cómo agradecer tanto. Advierte que le encanta hablar en sus conciertos y que lo hará durante toda la noche porque le gusta contar historias sobre sus canciones. 

Uno de los momentos más emotivos de la noche es con el tema Ni una más, una canción que escribió durante la pandemia, y en la cual quiso hablar más que de amor y desamor. Es una canción que habla sobre la violencia de género. Las luces del escenario se tornan moradas, se acompañan con las luces de los celulares que en su mayoría son violetas, un pequeño detalle organizado por su club de fans. 

Cada canción fue coreada, disfrutada, no importó que Aitana dijera que no había sido un éxito o single, su público se la sabía y la coreaba para cantarla en una misma voz con su artista, para que supiera lo mucho que le admiran y la emoción que provocaba escuchar esas canciones en vivo. 

La noche pasó de prisa, eso sucede en los mejores momentos, cuando te dejas llevar por la música, por lo que te hace sentir. Aitana presentó a cada uno de los músicos que la acompañaron y agradeció a todas las personas que hicieron posible este concierto, desde los técnicos de luces hasta a sus padres que estaban presentes en el Teatro. Agradeció la presencia de su público y se despidió con un adiós. El público no tardó en gritar «otra, otra», y también gritaban «Aitana», no querían que terminará tan pronto la noche, querían un poco más de la magia de Aitana. Tan solo unos minutos después regresó al escenario. 

El cierre del concierto fue explosivo, con bailes, saltos y sintiendo como el teatro temblaba con el ritmo y la música de Aitana. Y así como se posó en lo alto del escenario al principio ahí mismo regresó, ahora acompañada con los regalos que le dieron sus fans y desapareció entre la oscuridad, mientras sus músicos tocaban los últimos acordes. 

Una noche única, para recordar y esperar de la vuelta de Aitana a los escenarios mexicanos.