El Palau de la música catalana fue el encargado de recibir el pasado 27 de noviembre “Las palabras vividas”de Luis García Montero en voz de Quique González, el majestuoso y bello recinto se vistió de gala para que los asistentes vivieran una experiencia musical digna de cualquier espectáculo de gran calidad. Su acústica, su arte en las paredes, su cercanía con el público, todo se conjuntó para que fuese una noche llena de magia.
La banda de Quique saltó a escena y en seguida él provocando los sobrios, pero no por ello menos cálidos, primeros aplausos de la velada. Sus seguidores, quienes desde minutos antes ya estaban sus butacas listos para disfrutar del artista, miraban con atención cómo el artista madrileño se colocaba su guitarra y se preparaba para iniciar con la música.
“Es como pisar tierra sagrada” dijo Quique González en alguna de sus intervenciones entre canción y canción, y es que el Palau de la Música Catalana es un sitio de respeto, que tiene magia desde fuera, que al entrar te transforma, no sólo por su arte si no por la música que se puede escuchar en su interior, música que, como la del intérprete de La nave de los locos, transforma el ambiente y lo hace suyo, donde él, sus músicos, su música y sus letras se convierten en el centro de atención que puede dejar de ser observado.
Como un teatro añejo el respeto a cada interpretación fue sublime, él cantaba el público escuchaba, el terminaba el público con euforia aplaudía y gritaba, a pesar de esto, por momentos era imposible no acompañar las canciones con palmadas y cantar cada uno de los versos, ya que en ocasiones el público era la voz cantante que invadía cada rincón del Palau.
Alegre y emocionado por lo que se estaba viviendo, Quique no dejaba de agradecer el cariño y además en el repaso de las canciones que hizo por su disco “Las palabras vividas” nunca dejó de darle las gracias a Luis García Montero, porque para González esa noche estábamos allí por él, por esas canciones que hizo para ese álbum.
No sólo hubo canciones de este último disco, hubo canciones éxitos de sus discos anteriores que fueron sin duda un gran regalo para los presentes, aquellos que vivieron tanto con esas canciones se emocionaron, los que apenas conocían las letras, escuchaban atentos y sonrientes. La música de Quique es para todos, él llevaba a todos de la mano en cada interpretación, nunca dejaba a nadie atrás porque esa es su magia, de principio a fin su música te lleva y no te abandona.
La velada terminaba, el público feliz pedía una última canción y así fue, Quique regaló una última interpretación, misma que terminó con el público cantando y aplaudiendo, y él solo con su guitarra seguía a sus seguidores siendo ellos los protagonistas de este instante. De pie y con varios minutos de aplausos es como el concierto daba fin en Barcelona.
“Las palabras vividas”, nunca mejor dicho para aquellos artesanos de las letras, no por nada así se titula este disco de Quique González, un disco escrito por el Luis García Montero y que la noche del 27 de noviembre en el Palau de la Música Catalana acompañó al público a vivir más allá de esas palabras, recuerdos, reencuentros e historias nuevas que vivir, son lo que ha dejado el concierto de Quique en Barcelona.
Texto y fotografías: Fernando Pérez
GALERÍA FOTOGRÁFICA