IZAL PARA EL RECUERDO EN BARCELONA

 

  • Texto y fotografías Fernando Pérez

El final del viaje está por llegar, pero no sin antes hacer unas cuantas escalas en territorio español, una de esas paradas para despedir Autoterapia de IZAL fue el pasado 29 de febrero en el Palau Sant Jordi de Barcelona.

Izal en Barcelona

Con el Palau lleno y diez minutos después de las nueve de la noche, el viaje final comenzó, IZAL salió a escena en Barcelona tras abrir la puerta de su nave espacial desatando la euforia de todos los asistentes al verlos y escuchar los primeros acordes de Autoterapia. Seguido a ello sonaba Ruido Blanco y Copacabana provocando con ello los primeros bailes desenfrenados mismos que durarían toda la noche.

Una pantalla gigante al fondo del escenario simulaba ser una nave espacial, misma que mostraba diversos visuales y que tras estas primeras canciones mostró cuál era su propósito en el concierto, sería la encargada de mostrar a los invitados y a más protagonistas de este viaje musical.

La piedra invisible, Los seres que me llenan y Arte moderno fueron las canciones que continuaron con este concierto que de a poco conseguía que la gente se emocionara más y más.

Izal en Barcelona

La noche ya comenzaba a calentarse y sobre todo por la expectativa que generaba saber qué tenían preparado para este fin de gira y la primera sorpresa de la noche apareció virtualmente en la pantalla gigante Rozalén para interpretar Pequeña Gran Revolución junto a Mikel. Seguida de esta y con la historia del ukelele sonó Agujeros de gusano y Tu continente.

Una vez más la pantalla presentaba al siguiente invitado virtual era Sidonie, (y los gritos no se hicieron esperar) con quienes interpretaron Temas amables. Para dar paso a Oro y humo y cerrar el bloque musical con Canción para nadie.

Lo dijo Mikel: “Somos muy frikis” y así lo era porque el público con una app diseñada para estos conciertos decidiría qué canción continuaría en el show, y la ganadora fue Despedida. Era un espectáculo visual y auditivo donde cada canción era interpretada con el alma, como lo fue Que bien y Hambre que continuaron tras la decisión del público.

Izal en Barcelona

Mikel y Alberto aparecían en la pantalla gigante con la ya conocida parodia de “Lo que el viento se llevó» y esto como intro de Hacia el norte. Una vez concluida esta canción llegaban un momento delicado, y sólo por el título de la canción, Asuntos delicados, porque fue un momento de baile, manos al aire y coros ensordecedores.

Los invitados virtuales seguían y era turno de que María de Mäbu apareciera para interpretar El Temblor, un momento de relajación para todo lo que se estaba viviendo. Tras este momento tranquilo, la locura seguía porque Pánico práctico llegaba junto a Epílogo II y III.

La noche estaba por terminar, Mikel lo anunciaba y el público lo negaba, no querían que terminara, y fue ese el momento perfecto para que llegase la canción que inició todo este concepto de viaje espacial, La increíble historia del hombre que podía volar pero no sabía cómo, pero no llegaba sola, porque una astronauta los acompañaba, en pantalla apareció Zahara y juntos interpretaron esta canción, que a una sola voz retumbaba en el Palau.

Izal en Barcelona

Magia y efectos especiales junto a su fiel compañero Bill Murray cerraban la noche, al menos por el momento porque tras este bloque musical, la gente no se movía, querían más y entre aplausos y gritos un ser sin forma apareció en pantalla, agradeciendo a la gente por lo que se había vivido hasta el momento y como agradecimiento se transformaría en alguien conocido para todos y así fue, Miguel Ríos apareció y la banda volvío al escenario para interpretar El Pozo.

Concluida esta canción Mikel dijo que en broma que todo se tenía que terminar porque había aparecido Miguel y no había más que hacer. El público dijo que no y Mikel continuo con el show, pero no sin antes agradecer a todas las personas que hacían posible todo esto fuera posible, y esta noche en especial felicitó a Andrea de su agencia de management quien recién cumplió años y le dedicó La mujer de verde, porque para ellos en este momento ella es su mujer de verde.

Izal en Barcelona

La mujer de verde y ligada a ella sin parar sonó El Baile, casi diez minutos de no parar de bailar y gritar, cada estrofa fue interpretada como si no hubiera mañana, muchos se dejaron la voz y otras cosas en estas canciones, el público que llenó el Palau se puso de pie para disfrutar este instante mágico y lleno de energía.

Una vez más la banda salía del escenario esta vez para no volver, o al menos eso parecía, pero cuando la gente se movía para tomar las salidas un nuevo visual en pantalla los detenía porque se presentaba al último invitado virtual, Enrique Bunbury apareció, IZAL regresó a escena y juntos cerraban la noche con Pausa.

IZAL se despedían de Barcelona, se despedían de las personas que les habían regalado una noche imborrable, agradecían con total alegría lo que habían vivido. El público lo hacía de igual manera aplaudiendo y coreando el nombre de la banda.

La música, las letras, el espectáculo y la alegría de esta banda consiguieron atrapar al público, lograron que nadie se fuera hasta que terminara todo. Los bailes, los gritos y aquellos coros que opacaron la voz de Mikel llenaron de energía positiva el imponente Palau que nunca olvidará el viaje de IZAL en Barcelona.

GALERÍA FOTOGRAFICA IZAL