HENRIO Y AMAIA MIRANDA ENAMORAN BARCELONA

 

El pasado 31 de mayo cerramos el mes con la música de Amaia Miranda y Henrio quienes regalaron un par de conciertos llenos de emoción e intimidad.

La Antigua Fábrica de Estrella Damm fue testigo de cómo el Vida Records & Friends traía a la ciudad propuestas musicales nacientes y en ascenso, esta noche tocaba el turno a Henrio y Amaia, siendo el primero de los dos quien abrió la velada.

Amaia Miranda Henrio

Henrio junto a su guitarra iniciaron su concierto llenando de emoción el escenario, su música en inglés, con aires británicos, fueron un viaje a Inglaterra, la serenidad con la cual habla y canta es un elemento que el público siente, por ella cada interpretación fue escuchada desde el silencio, los coros eran casi murmullos, creando con ello un ambiente de hogar, de cercanía.

Agradecido con esto que estaba ocurriendo no podía ocultar su emoción y los nervios que le provocaba esta noche, nervios que se convirtieron en poderío musical y emocional. Su música fue aplaudida y disfrutada por quienes lo acompañaron esta noche, él con esa sonrisa sincera vivía el momento, gozaba cada instante de su música sobre el escenario.

El tiempo voló, nadie se dio cuenta en que momento habían pasado tantos minutos, aunque es normal Henrio de envuelve en ese manto musical, del cual no sabes que ha terminado hasta que el sale del escenario.

Un breve descanso llegó, el escenario se preparaba, era turno de que Amaia Miranda hiciera vibrar al público. A los pocos minutos todo estaba listo y la cantautora subió al escenario, ella y su guitarra iniciaron el concierto con un solo de guitarra que estremeció a todos, un solo que duro minutos donde el silencio escuchó atento la maestría de Amaia.

Amaia Miranda Henrio

Tras este momento de intimidad total, Amaia agradeció el aplauso y dio la bienvenida a su concierto, un show donde presentaría canciones de su más reciente disco Cuando se nos mueren los amores.

Al igual que con Henrio el público escuchó atento, se dejó llevar por la música y la voz de Amaia, el punto de vista estaba sobre el escenario, era el sitio donde la magia ocurría. En castellano, en euskera, en el idioma que ella cantase las sensaciones eran las mismas, las letras traspasaban esa barrera, te hacían sentir, vibrar, entendías la emoción clavada en ellas.

Amaia Miranda y su guitarra fueron una misma, un ser que llenó de luz y emoción la Antigua Fábrica de Estrella Damm, su música penetró el alma de quienes la escucharon, emocionó a todos y desató la locura al saber esto había terminado. Nadie supo exactamente lo que pasó, sólo navegaron entre las melodías y la letras de Amaia, navegaron sin rumbo, se dejaron llevar, llegando a la alegría absoluta el terminar el viaje.

Henrio y Amaia Miranda nos hicieron viajar entre canciones, nos hicieron vibrar de emoción, cantautor, cantautora, dos personas que llevan las emociones al límite y que nos regalaron una noche donde la música fue la protagonista.

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