Diciembre inició en Barcelona con “Desde Ayamonte hasta Fado”, la gira de conciertos donde María Villalón nos lleva de la mano en un viaje musical lleno de coplas, fados, flamenco y algunas otras canciones de la región ibérica.

Subía el telón de la Sala Barts, los músicos a escena, cada uno tomaba posiciones y comenzaban los primeros acordes, del fondo emergía la silueta de María, quien caminaba con paso firme al centro del escenario mientras que con voz potente arrancaba la primer canción de la noche.

El estilo sureño, María lo trae en las venas, es por ello que al interpretar estos estilos musicales lo hace con energía desbordante, con sobriedad y con entrega absoluta, la música con la que creció está más que arraigada en ella, pero está claro que la intérprete tiene un sello característico que le ha permitido apropiarse de las canciones que la acompañan en este show.

Su simpatía, su alegría, su comicidad rompían con lo que podría ser una velada serena, y es que así es María, así es verla en directo, pues es capaz de transformar la crudeza que podrían desprender algunos fados a canciones que arropan y sobre todo que traen recuerdos e historias de vida de cada uno de los presentes.

Fue un viaje musical a través de canciones que han estado presentes en su vida, canciones que de pequeña escuchaba y que la motivaban a ser cantante. Se alejó del mundo de la música un tiempo, la vida le dio una nueva oportunidad de volver a hacer lo que ama, estar sobre un escenario, ahora volvió a sus orígenes y es algo que no ha decepcionado a su público.

Volvía a sus raíces, pero también no olvidó canciones que a sus seguidores les encantan y que tal vez por alguna de ellas la conocieron, La lluvia y Agüita de abril sonaron durante el concierto, cada una de ellas adaptadas para este show y aplaudidas por su público fiel.

Ese público, que ha estado con ella, y el que se ha sumado, pasó una noche inolvidable, en un concierto lleno de emociones, lleno de recuerdos, de aplausos, de gritos, de sonrisas y de sensaciones que conectan con el pasado gracias a la fuerza interpretativa que María ofrece en cada uno de sus espectáculos.

Entre minutos de aplausos y el público de pie, María Villalón con su espectáculo “Desde Ayamonte hasta Fado” se despedía de Barcelona, se iba con lágrimas de emoción por lo que había ocurrido, sus fieles seguidores la acompañaron en la noche que los fados, las coplas y el flamenco invadieron  la ciudad condal.

Texto y fotografías: Fernando Pérez

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