• Texto y fotos: Fernando Pérez

Agosto inició con uno de esos conciertos irrepetibles, uno de esos conciertos que revitalizan el alma, Izal llegó al Camp Nou de Barcelona como parte del Cruïlla XXS para recordarnos que a los locos nos verán bailando.

Quince minutos antes de las nueve de la noche la música ambiental se acabó, “Gato”, Iván, Alex, Alberto y Mikel caminaron rumbo al escenario entre los aplausos del público que ya estaba más que listo para disfrutar de un concierto más en la ciudad condal.

Mikel tomó el micrófono e hizo las recomendaciones para poder disfrutar del concierto sin ningún problema, una vez que terminó eso, la primera canción comenzó a sonar, Despedida fue la elegida para dar inicio al show en este nuevo formato, donde los integrantes guardan distancia mientras permanecen sentados en una silla.

Las limitaciones sanitarias actuales no impiden que el público viva los conciertos con pasión y entrega y es que además, con la música de Izal es inevitable ponerse de pie y bailar, lo que ocurrió en muchas de las canciones del repertorio, aunque también hubo momentos de calma cuando sonaron canciones como Pequeña gran revolución o Sueños lentos y aviones veloces.

El repertorio de la noche estuvo lleno de esas canciones que los han llevado a conseguir un gran número de seguidores, fue un pequeño recorrido de los temas más queridos de la banda, lo que quedó demostrado de principio a fin, los cantos ensordecedores se unían para dar una voz al Camp Nou que opacó la voz de Mikel en varias ocasiones, los coros infinitos fueron vida para las canciones.

La banda sonreía y gozaba lo que se estaba viviendo, pues su público desprendía desde las gradas una gran energía que provocaba sonrisas, risas y palabras de agradecimientos provenientes desde el escenario donde sólo se podía decir Que bien se siente esto que se vive con la música en directo.

El baile llegó, para levantar aún más la energía desbordada del público, ese baile llegó sabiendo que el final estaba cerca. Los locos bailaron, los locos gritaron, los locos despidieron entre aplausos a Izal que salía del escenario… El público tras ver esto, calló un segundo, para comenzar a cantar a una sola voz la mujer de verde, un coro a capela invadió el Camp Nou, provocando que la banda volviera al escenario.

Tras este momento de euforia una Pausa llegó, llegó para anunciar el principio del final, porque tras terminar esta canción el último baile y el último coro infinito llegó para retumbar cada rincón del majestuoso estadio, la infaltable mujer de verde apareció para despedir este show lleno de Magia y efectos especiales.

Izal lo volvió hacer, volvió a llenar un concierto, volvió a conquistar Barcelona con cada una de sus canciones, volvió para mostrar todo ese Arte moderno que corre por las venas de sus integrantes, Izal llenó de energía el Camp Nou en el Cruïlla XXS.

GALERÍA FOTOGRÁFICA