El pasado 8, 9 y 10 de julio se llevó a cabo el primer festival musical luego de un año sin este tipo de eventos, el Cruïlla en su edición 2021 vistió de música Barcelona, lo vistió de sonidos de diferentes estilos y de una experiencia inolvidable para su público, artistas y todos quienes estuvieron involucrados en el proyecto.
Fue un festival donde la música española estuvo muy presente, donde los artistas de España fueron los principales protagonistas del evento. El primer día se llenó de rap, de música para bailar, de tintes electrónicos, de versos poéticos y de coros que fueron entonados más fuertes que nunca, donde el temor a no estar cerca de la gente quedó fuera, donde tantos bailaron y cantaron juntos. Los extraños se volvieron compañeros de baile con Natos y Waor, donde los amigos cantaron al ritmo de Rayden o Lágrimas de Sangre, donde el día cerró con la energía que desprende Kase.O en un concierto que reventó el escenario principal del Cruïlla, fue un día especial porque era el inicio de lo que estaba por venir.
El día 2 llegaba, un día donde los bailes iban en aumento, donde el público se desinhibia más y gozaba más del momento, donde la música en catalán, en inglés, en español llenó los oídos de quienes vivían en el momento, que estaban allí para disfrutar de la música, de la compañía, donde Gertrudis y Delafé calentaron por la tarde en el escenario Time Out del festival, donde Ana Tijoux empoderó a las músicas con su actuación en el escenario principal Estrella Damm, donde Carolina durante llenó de fuerza y actitud el Cruïlla Enamora, mismo escenario que vivió la electrónica discotequera de La Casa Azul, la enigmática música de Manel y el cierre del día con 2ManyDjs, pero no sin antes vivir la nostalgia con Amaral y uno de los mejores directos del festival junto al dado por Two Door Cinema Club o la energía que ZOO nos regala con su música, energía que también se desprendía con el rock de Sopa de Cabra o el indie de Novedades Carminha. Así se vivió el día dos, donde la música seguía siendo la principal protagonista.
Las horas volaron y el día 3 llegó, la música en directo, en un festival y con la gente al alrededor que vivía sus últimos conciertos, espectáculos que revitalizaron el alma como el de Muerdo quien fue el encargado de iniciar el sábado, o el de Joan Garriga i El Mariatxi Galàctic quienes nos recordaron a México con sus sonidos norteños, pero letras en catalán. Un día final donde las mujeres de música protagonizaron conciertos llenos emociones y poderío como el de Iseo & Dodosound, un día donde Coque Malla trajo el rock y los recuerdos al festival, donde Leiva demostró ser uno de los más queridos del público dando un concierto lleno de vida, donde Izal nos llevó a su cápsula interestelar para vivir el concierto más largo del festival, donde las mujeres de verde se llevaron la ovación del público.
Un noche donde León Benavente y todo su energía daban los coletazos de una noche final de concierto, donde Fuel Fandango y Morcheeba engalanaron el escenario Time Out con sus canciones y puestas en escena, donde Dorian cerraba el escenario principal entre colores y emociones. Una velada que cerró el festival con DJ Amable pinchando al ritmo que su público le demandaba.
Fue un Cruïlla que con todas las medidas sanitarias pertinentes vivió días donde la música fue la protagonista, donde los problemas quedaron fuera y se olvidó de la realidad del mundo exterior. Un Cruïlla que llenó de música los oídos de miles de personas que querían volver a vivir música como la de antes, la pasión se desbordó por estos momentos de alegría, se vivía en cada baile, en cada coro las ganas por salir y volver a disfrutar de esto. Un Cruïlla diferente, pero igualmente lleno de música. Gracias a la música en directo y a quien apuesta por volver a la normalidad.
¡Cruïlla, nos vemos en el 2022!
