El Guitar BCN vivió una noche intensa de rock con Lori Meyers, quienes el día 19 de febrero llenaron la Barts de Barcelona de bailes sin control.
La noche presagiaba ser como las de antes, el público de pie, con su bebida en mano, todo estaba listo para disfrutar de sus artistas, pero previo a Lori, cuando aún el público entraba a la sala, la joven cantante y compositora Kora subía al escenario para durante aproximadamente 30 minutos interpretar sus canciones y poner a tono al público, que le regaló una ovación al terminar su actuación.
Luego de la enigmática actuación de Kora, el telón de la Barts cayó, detrás de esa cortina se estaba preparando todo para recibir a Noni, Alfredo, Alejandro, Toni, J.J. y Miguel, la dinamita para esta noche estaba lista.
El telón se levantó y del escenario se apoderó Lori Meyers, quienes arrancaron la noche, como ellos saben, Presente sonó y los primeros gritos desaforados se no se hicieron esperar, siguió Luces de neón y Fatiga Pandémica, entre medias las primeras palabras de Noni agradecían a los presentes que ya habían llenado la sala.
De a poco la temperatura se elevaba, de a poco el descontrol, bien dicho, llegó a la Barts, sonaron No hay excusa y En el espejo, para luego emprender el viaje a Planilandia, seguir viajando entre Mariposas y luciérnagas hasta llegar a Tokio y explotar junto a todos en este viaje musical que los Lori Meyers estaban regalando.
No había espacios entre canciones, sólo unos pocos (o ninguno) segundos de descanso ayudaban a recobrar el aliento, la fiesta continuó con Primaveras, siguió con Siempre brilla el sol hasta llegar a Zona de confort, la intensidad con las canciones aumentaba, los Seres de luz llegaban para Hacerte volar entre el poderío del indie rock de la banda granadina.
Cualquier tiempo pasado es mejor se escuchaba en la sala, pues Punk había llegado, la definición perfecta de lo que estaba ocurriendo esta noche, todo era como antes, el límite era desvivirse por la música, las luces del escenario se reflejaban en los vasos, que en lo alto brindaban con los protagonistas de la noche, Emborracharme cerraba esta vorágine emocional en Barcelona.
Lori Meyers salía del escenario, no se despedían, la vuelta estaba cantada y así fue, pero fue una vuelta tranquila cuando Noni se sentó al pie del escenario para cantarle a su público acompañado de J.J al piano Viento del norte, el momento más tranquilo del concierto, fue la calma antes de la tormenta.
Todos entraron a escena y la fiesta continuó Mis fantasmas, El tiempo pasará siguieron el bloque musical, Noni con toda la energía que le caracteriza se movía de un lado a otro del escenario, con guitarra o sin guitarra, cerca o lejos de su público, daba igual, era dueño de la noche. ¿Aha han vuelto? llegó a la Barts, y le siguió Mi realidad, todo en este momento estaba olvidado, los bailes, los coros, los aplausos, los gritos se apoderaron de quienes estaban viviendo esta noche, la cordura quedó en el pasado, lo único que se hacía era desvivirse por la música.
La noche estaba llegando a su fin, pero antes, todos tenían Un penúltimo baile, fue intenso, fue vida, fue la explosión definitiva de emociones, pero no sería el que se vivió con mayor energía, la razón es que Alta fidelidad cerraba la noche de Lori Meyers, esta última canción fue la locura total, la dinamita explotó, el fin llegó y llegó para no olvidarlo.
Lori Meyers revivió las grandes noches musicales de Barcelona, el Guitar BCN apostó por esta banda que llena escenario, la locura y el rock estuvieron presentes, derroche de energía sin igual, en resumen fue una noche como las de antes.