Bien dicen que recordar es volver a vivir y en ocasiones hace falta contar estos momentos para liberar el alma, esto es lo que hace Antonio Arco en su libro “40 años, 40 canciones”, donde nos cuenta parte de su vida a través de 40 composiciones.
De su puño y letra conocemos más de la persona, más de las canciones que han marcado la vida de muchos, pero no sólo podemos leer esas historias también podemos escuchar las nuevas versiones de estas canciones en un disco que acompaña al libro.
Arco regresó a Barcelona para escribir una nueva página en su historia musical, volvió a la ciudad que le dio muchas alegrías y mantuvo a flote su carrera musical, volvió para presentar en un concierto íntimo algunas de esas canciones que encontramos en su más reciente trabajo.
El Centre Artesà Tradicionarius fue testigo de cómo Arco acompañado de su guitarra llenó de recuerdos su auditorio, vio como una sola persona y su música es capaz de mover las emociones de muchos. La noche del 24 de abril estuvo llena de historias, de momentos nuevos que recordar y escribir en un futuro.
Esta velada era la ideal para hacer cosas por primera vez, una de ellas fue ver a Arco tocar el piano, él lo dijo: «es la primera vez que lo tocó frente a tantas personas»; el momento fue único e irrepetible, el público embelesado por este momento calló, miraba atento el escenario y se dejaba llevar por tan bellas composiciones.
Las historias con amigos normalmente son las mejores y para esta noche Antonio no podía dejar pasar la oportunidad de compartir con personas cercanas, por ello durante el concierto en diferentes momentos compartió el escenario con Adrià Salas de La Pegatina, con las chicas de Balkan Paradise Orchestra y con Jere.
Los minutos volaron, el tiempo parecía no transcurrir, sin embargo fueron poco más de 60 minutos donde las historias y las canciones compartieron en el escenario, fueron los minutos donde Arco mostró sus emociones y parte de su vida, fueron minutos donde su público cantó y coreó su vida, donde los recuerdos estuvieron presentes.
Arco regresó a Barcelona para darse cuenta que sigue siendo una ciudad especial, sigue siendo parte de su historia personal y musical, es un sitio donde sin duda hay muchas historias que contar. Barcelona y Arco están unidos, su música, la ciudad y las personas que lo siguen saben que son uno mismo cuando todo su arte llega.
“40 años, 40 canciones”, aún queda mucho por contar y escribir, aún queda mucho por vivir y disfrutar, aún queda mucho por lo que llorar y por lo que reír, y allí estarán las composiciones de Arco para recordarnos lo que es vivir.
GALERÍA FOTOGRÁFICA
