Viernes 4 de marzo, la Sala Bikini sería testigo de un nuevo concierto, Arco volvía a la ciudad que le ha dejado grandes alegrías a lo largo de su carrera, la noche era fresca, pero el calor de la gente que lo acompañaría podía con el frío.

Pasaban de las nueve de la noche cuando las luces se apagaron, la banda salía a escena y tras ellos el autor de las canciones que serían protagonistas de la noche, Antonio Arco aparecía entre los aplausos de su fiel público barcelonés.

La velada arrancó con timidez, pero sólo bastó que terminara la primera canción para que la energía de la gente se liberara, los primeros aplausos sonaron en toda la sala, y a partir de allí las manos al aire y los bailes no pararon.

Esas canciones que en el disco o que en su anterior directo en la ciudad sonaban más tranquilas sólo con la guitarra, en este nuevo show fueron pura explosión, pura energía, la banda que acompaña a Arco le impregna vida a todos esos temas, los redimensionan y provocan en la gente baile o canté a todo pulmón.

A lo largo de esos 40 años de carrera los amigos son algo que Arco ha cosechado a lo largo del tiempo, y esta noche pudo ser acompañado por tres de ellos, el primero de ellos fue Álvaro Guarnido bailaor y que estuvo en un par de temas deleitando a los presente con su fuerza en el escenario. Otro de los artistas que acompañaron al cantautor granadino fue Ernest Prana quien con su energía contagió a todos y puso a saltar a la sala Bikini.

La noche volaba entre canciones, historias y palabras de agradecimiento para esas personas que siempre lo han acompañado en su carrera y para aquellos que se han ido sumando al proyecto. Barcelona ha sido un sitio importante para la carrera musical de Arco, por ello estaba dando todo sobre el escenario, se dejaba la piel y la voz en cada interpretación, se acercaba a su público para compartir el momento, para disfrutar el calor que Barcelona le da.

El calor ya había invadido la sala, el frío de la calle se había olvidado, así como los problemas, la magia de la música logra esto, Arco y sus canciones eran los protagonistas de la noche, durante hora y media de concierto no había otra cosa en la mente de los asistentes, estaban viviendo un concierto donde las pasiones y las emociones navegaron entre canciones, donde los aplausos revitalizaron el alma del artista, donde los bailes eran compartidos.

La noche estaba por llegar a su fin, todos querían más, querían que la noche no terminara, pero no podía ser así que, para esa última canción Arco invitó a su última sorpresa de la noche, Jere compartió el escenario con él, este último tema se saltó y se gritó dejándolo todo, era la última canción de la noche y había que despedirla por todo lo alto.

Una vez más Barcelona ha dejado una marca en la carrera musical de Arco, sus canciones han dejado huella en la historia de su público, y su público las ha hecho suyas, la sala Bikini disfrutó de una noche donde Arco y su banda regalaron un directo enérgico lleno de vida.