Hace 10 años una joven cantautora con ganas de expresar sus sentimientos sin límites nos mostró un disco que marcó su carrera profesional, La Pareja Tóxica llegó a nuestros oídos en voz de Zahara.
Hoy cuando se acerca la fecha de aniversario de aquel lanzamiento Zahara se presentó el 17 de noviembre para celebrar en concierto el décimo aniversario de este disco, fue el Festival Millenni y la Barts quienes acogieron esta fiesta para el recuerdo.
Para esta noche especial de aniversario Zahara y su equipo proyectaron, previo al concierto, “Leñador y la Mujer América” aquel cortometraje que salió en su momento donde la misma cantante era la protagonista y quien antes de iniciar salió al escenario para poder quitarse el nerviosismo previo al concierto y presentar el cortometraje, provocando la primera ovación por parte de su público.
Una vez terminada la proyección, Zahara junto a su banda saltaron al escenario para ser recibidos entre aplausos y gritos de apoyo, la cantante no podía ocultar su felicidad, sonreía a más no poder, era una noches especial había que hacerlo, había que disfrutar el momento.
Sonaron las canciones de La pareja tóxica, sonaron todas, pero sin ser todas, al menos eso mencionó en algún momento del concierto, cuando sola con su guitarra y sin micrófono le cantó a Barcelona la canción que no tenía preparada, pero que mucha gente quería escuchar, Adiós no fue una canción de despedida, fue la canción que la unió más a su público, que tras escucharla sin artificios ovacionó su interpretación.
La pareja tóxica se regrabó y tiene los sonidos de la Zahara más actual, pero sin perder la esencia que caracterizó aquel disco, esto se notaba en cada canción, sonaban a nostalgia, sonaban a historias del pasado, pero también sonaban a historias están vigentes a recuerdos que son reales, sonaban a realidad.
Este viaje musical al pasado llegaba a su fin, el recuerdo de aquel Leñador y aquella Mujer América se percibía en el ambiente, más que una historia son una leyenda, la música de Zahara dibujó escenas del pasado en cada rincón de la Barts, fue capaz de emocionar a todos, ella misma no sabía lo que ocurría, su emoción al borde de las lágrimas eran reflejo de la sinceridad de sus canciones.
La velada terminó, Zahara desnudó su alma y nos regaló una noche donde su música llenó de recuerdos nuestros corazones, la nostalgia invadió Barcelona, pero también lleno de alegría la vida de muchos recordando aquellas historias de su pasado, la Barts se despedía de su artista con un aplauso ensordecedor y la ovación de pie más emotiva que podría recibir a diez años de la publicación de La Pareja Tóxica, su pareja tóxica.
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