La noche del 17 de junio marcó la vuelta a Barcelona de una de las bandas más explosivas del indie-rock español, Viva Suecia se desvivió en el Festival Jardins de Pedralbes.
Eran las diez de la noche, la gente aún se acomodaba en sus asientos y las luces del escenario principal del Festival se apagaron, comenzó a sonar música y apurados por entrar la gente se movía rápido para tomar asiento, sin embargo, esto no pudo ser, “los suecos” saltaron a escena y todos se pusieron de pie, otros bailaron hasta sus lugares y es que esto provoca la música de la banda murciana.
La energía era desbordante, se respira un ambiente de fiesta frenético, todos bailaban, gritaban, levantaban las manos y se dejaban la voz en cada canción; una tras otra, con un poco de descanso entre ellas a veces nada, y es que no hay otra forma de vivir un directo de Viva Suecia, música sin parar es lo que ofrecen.
Rafa Val veía como el público se desvivía en todo momento por lo que en más de una ocasión llamó a la prudencia y que se respetara el espacio entre personas, los bailes no están prohibidos, pero sí que no se podía salir de su lugar, sus seguidores respondieron a este llamado y se comportaron durante todo el concierto, fueron libres por hora y media de concierto.
Noventa minutos no son suficientes para un concierto de Viva Suecia, pues con tantos bailes, tantos coros, tantas canciones el tiempo pasa volando, el cansancio no se nota, la energía nunca decae, el ritmo no paró a lo largo de este tiempo, con cada canción el final estaba cerca, sin embargo, la gente no dejaba que esto mermara sus ánimos, al contrario, cada instante el público lo disfrutaba más.
El gran ausente de la noche fue Fernando (batería), quien por problemas personales no pudo viajar, sin embargo, el público lo ovacionó cuando Val anunció su ausencia, a pesar de ello, sobre el escenario “los suecos” seguían siendo energía pura, son un no parar, un ir y venir constante, provocando que los bailes, los gritos y aplausos fuesen de agradecimiento total por este gran espectáculo. Jess, Cominero, Cantúa, Germán (Batería) y Rafa agradecían estos gestos cantándole a la cara al público, quien correspondía de igual manera, gritando y señalando a sus artistas.
La noche terminaba, las canciones llegaban a su fin, Viva Suecia se dejó la vida sobre el escenario, su público se dejó el alma en ese último baile, la voz se acabó con la última canción, los aplausos dieron fin a este espectáculo musical.
Viva Suecia mostró que su música es energía, es fuerza y Barcelona les mostró todo el cariño que les tienen con aplausos sin fin, con bailes sin igual, con aquellos coros que opacaban la voz de Rafa y se escuchaban al unísono en los Jardines de Pedralbes.
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