MIGUEL RÍOS HACE VIBRAR BARCELONA

 

El 4 de mayo Barcelona vivió una noche llena de recuerdos, la velada fue protagonizada por Miguel Ríos & The Black Betty Trio y esas canciones que nos hicieron viajar en el tiempo.

La leyenda de Miguel se hizo más grande, volvió a llenar un recinto, el Palau de la música catalana reflejaba ilusión y alegría, esta última se desbordó al ver salir a su artista y su banda e iniciar con la primera canción.

Miguel Ríos The Black Betty Trio

Los primeros aplausos no se hicieron esperar, la salida de Ríos provocó la locura entre los asistentes, algunos emocionados gritaban, otros aplaudían, cada uno a su manera le demostraba su cariño al intérprete.

Entre canciones la voz de Miguel Ríos era escuchada con atención, contaba anécdotas de las canciones, conocíamos un poco más de ellas y sobre todo el año en que se habían publicado, y es que el show fue un recorrido musical por muchas de sus canciones, un recorrido que fue coreado de principio a fin.

Canciones de sus inicios, canciones de su más reciente álbum, todo sonó, todo se disfrutó, todo se aplaudió, sin embargo, como siempre hay canciones que son más queridas, y esas canciones se cantaron a todo pulmón y se aplaudieron de pie por varios minutos, arrancando la sonrisa de nerviosa de Miguel, que sólo sonreía y agradecía lo vivido.

Miguel Ríos The Black Betty Trio

En contra de las guerras, del machismo, Miguel dedicaba palabras en contra de estos males de la sociedad, y para ello dedicaba canciones, como No estás sola, dedicada a todas esas mujeres que sufren de la violencia machista.

Su alegría, si carisma son innegables, a lo largo de los años se ha dejado querer por su público, que fiel a su música lo acompaña siempre, no lo deja solo y le da palmadas cuando él las pide, le cantan cuando les acerca el micrófono, les deja expresarse cuando le gritan piropos, pequeños detalles que su público agradece y aplaude.

El viaje musical hacia un parón, Miguel dejó que dos de los integrantes de su banda interpretaran canciones propias, Manuel Clavijo cantó Volante y Luis Prado Estoy gordo, ambas canciones recibidas por el público de Miguel, quien tras esta pausa de su música volvía el escenario para cerrar la noche.

El público sabía que el fin estaba por llegar por eso cada una de esas últimas canciones se coreó hasta quedarse sin voz, se aplaudió como si no hubiese un mañana; dos canciones que marcaron época fueron las que dieron fin al concierto, Santa Lucia se entonó a una voz, la voz del Palau opacó la de Miguel, quien con su guitarra la escuchaba y disfrutaba.

Llegó la última canción, era el Himno a la alegría, pero para esta noche especial en Barcelona, Miguel Ríos la interpretó en catalán, pero no estuvo solo, su público lo acompañó en todo momento y así todos fundidos en único coro y cantándole a la alegría el artista cerró su noche mágica en Barcelona.

Fue una noche donde el Palau de la música catalana se rindió ante Miguel Ríos & The Black Betty Trio, una noche donde su público de Barcelona salió alegre y revitalizado, fue una noche donde su música fue feliz, no ha sido olvidada y sigue siendo parte del soundtrack de muchos, fue una noche donde una vez más ganó la música.

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