«Sigo persiguiendo mis sueños más grandes o pequeños, pero míos al fin…»
Acompañados de la luz de las velas, de un público muy cálido y de un setlist especial, Elefantes cerró su gira en México con un concierto íntimo.
Después de la revolución emocional vivida en el Indie Rocks! la noche del 23 de febrero, la calma llegó con el concierto en Zamora 7 del 24 de febrero, un show que llevó a los asistentes a lo más profundo de sus emociones. Un concierto íntimo con tintes acústicos, pero con la energía suficiente para llevarte a navegar en el universo de tus propias emociones con cada una de las canciones.
Los aplausos de su público fueron el motor de la agrupación catalana, siempre atentos disfrutaban las canciones, los coros suaves y los silencios inesperados fueron momentos llenos de verdad, de admiración y de gozo por lo que se vivía tema a tema.
Una estrella llenó de luz y sinceridad la sala, se apareció sin avisar, regaló uno de los momentos más emotivos de la velada, Mi estrella interpretada por Shuarma junto a un pequeño fan que desde un inicio la pidió y sin estar en el repertorio la cantaron junto a él, para él y por él.
Los sueños son cercanos y lejanos a la vez, Hugo, Jordi, Julio y Shuarma con su música siguen buscando sueños en México, lejos de casa y con pasión. Elefantes, la banda emocional, cerró regalando una noche diferente, mágica, llena de ilusiones, entregando lo último que tenían antes de volver a casa.