Un año más inicia, un año más vivimos con la incertidumbre de si todo volverá a ser como antes, este 2022 arranca con la música (y cultura) una vez más afectada por las restricciones sanitarias, sin embargo, algunos valientes (artistas y público) siguen demostrando que la cultura es segura.
El pasado 7 de enero India Martínez volvió a Barcelona, la ciudad que vivió el inicio de la última etapa de su “Palmeras Tour” y que se convertiría en el sitio que daría fin a esta gira que pasó por varias localidades de España.
Pasaban las 8:30 de la noche en Barcelona, cuando las luces del Auditori del Fórum se apagaron, su público que ya estaba listo en su asiento comenzó a gritar por la emoción de volver a ver música en directo, pero sobre todo por volver a ver a su artista.
La banda salió, iniciaron los primeros acordes y tras ellos una silueta entró caminando interpretando los primeros versos, las luces se encendieron, era India Martínez, la locura se desató y las sonrisas que provoca escuchar y ver a tu artista aparecieron para nunca irse del concierto.
La fuerza vocal de India quedaba demostrada en cada canción, cuando su voz opacaba los instrumentos que la acompañaban, o simplemente su voz era la que retumbaba por el gran recinto, los coros muy flamencos que tiene para complementar sus canciones eran los más ovacionados, desatando gritos y aplausos reconociendo lo bien que lo hace.
Su público nunca dejó de gritarle palabras de apoyo y agradecimiento, ella con su sonrisa tímida agradecía cada gesto, incluso más de uno se acercó al escenario para regalarle ramos de flores, algo que ella no creía, pero que agradecía con una sonrisa y un gesto de amabilidad, sin embargo, la mejor recompensa para estos detalles era seguir escuchando las interpretaciones de India.
Canciones de amor, de desamor, unas con más ritmo que otras, era lo que se escuchaba desde el escenario, mientras que debajo de él los coros de su público la acompañaban en todo momento, en ocasiones cantaban por ella, todo era recíproco, la admiración y cariño se sentía en el ambiente, los problemas actuales quedaron fuera, era noche íntima entre ella y su público.
La carga emocional que transmite India en cada interpretación es algo que la ha caracterizado a lo largo de su carrera, sus expresiones, su manera de cantar sus canciones, tal vez sea lo que la llevado al gusto del público, y escuchar esto en directo es algo que todos quienes viven un concierto de ella lo agradecen, su voz te llega al alma y juega con esas emociones que tienes dentro de ti.
Dos horas de música, tal vez un poco más, el tiempo fue lo de menos, pero el concierto llegaba a su fin, India Martínez se despedía del público de Barcelona, se despedía de esta gira hecha en medio de la adversidad, pero que había tocado los corazones de muchos en España.
El show llegó a su fin y su público de pie la despedía con un aplauso interminable, con un aplauso de esperanza de poder volver a vivirla en directo, India emocionada agradecía el gesto y se despedía de su gente, de su familia.
La música triunfó una noche más, India Martínez cerró su gira llenando de recuerdos su vida, Barcelona se llevó a casa un corazón lleno de emociones imborrables.