La noche del viernes 3 de diciembre Barcelona se vistió de euskera y catalán con las actuaciones de Huntza y Roba Estesa en la Sala Apolo.
La velada sería mágica, un concierto doble donde las músicas se apoderaron del escenario de la Apolo, y así fue, las primeras en subir al escenario fueron Huntza, quienes desde el primer instante llenaron de energía la sala. Los asistentes al concierto parecían tímidos, no se acercaban al escenario, pero de a poco y con el paso de los minutos y las canciones esa timidez se convirtieron en una energía sin control, donde los bailes, los aplausos, los gritos invadieron el recinto.
Con el público cerca del escenario acompañandolas y dándoles todo el calor Huntza les regalaba las nuevas canciones de su más reciente disco (Ezin ezer espero) y las ya conocidas, mismas que eran coreadas por todos. La fiesta que se vivía en la Apolo era única, la energía que emanaban los asistentes te invitaba a bailar, a compartir risas y palabras con los desconocidos.
Huntza se despedía de Barcelona con ganas de volver, así será en 2022 vuelven a la ciudad, pero mientras esa fecha llega, decían adiós cantando y bailando con su público, ellas siempre entregadas y con una sonrisa en el rostro regalaban un concierto que desearías fuera eterno. Se iban para que las siguientes músicas terminaran con la fiesta que ellas iniciaron.
Así fue, la fiesta seguiría minutos después cuando tras montar el nuevo escenario las chicas de Roba Estesa entraban para continuar con los bailes.
Roba Estesa con su colorido vestuario, con sus mágicas letras, y con toda la actitud fiestera se encargaron de que el tiempo volara y que la música llegara a los corazones de todos.
«Rosa permanent» es su más reciente disco, mismo que esta noche sonó con más intensidad que nunca, sus canciones coreadas a una voz opacan la voz de Gemma, quien en ocasiones se dedicaba a escuchar cómo le cantaba su público.
La actitud desenfadada que tienen se veía sobre el escenario, se entregaban en cada canción, su sonido que navega entre varios estilos combinados con el folk enciende el alma, le dan vida y hacen que te olvides de todo, lo único que deseas es ver y escuchar lo que este octeto hace sobre el escenario.
El cantar era algo inevitable, ellas logran hacer que quieras cantar y bailar, el sólo verlas crea en ti una reacción de fiesta, de querer ser parte del festival musical que presentan. Su música es algo que enamora a muchos y muchas, su energía es el regalo ideal para terminar de conquistar los oídos de quienes las escuchan por primera vez, y es que algunos de los presentes las escucharon por primera vez y disfrutaron como si llevasen años conociéndolas.
El tiempo pasó rápido, o al menos eso pareció, fue un no parar de emociones, la energía mala se quedó fuera, todo lo bueno estaba en la Apolo disfrutando de Roba Estesa, su concierto terminaba como inició, siendo una fiesta sin igual, una fiesta donde las músicas eran las protagonistas.
Huntza y Roba Estesa pusieron a bailar Barcelona con un concierto lleno de músicas, con bailes interminables, con coros ensordecedores y con aplausos sinceros es como ambas bandas se despedían de la Apolo, agradecidas por lo vivido y esperando vivir más noches como la del pasado viernes 3 de diciembre.
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