Por: Mónica López
La noche del 1o de noviembre el viento y el público mexicano bailaron con la música de Manuel Carrasco en su primer concierto en México.
La noche del miércoles Manuel Carrasco dio su primer concierto en la Ciudad de México. La velada la abrío Kurt, originario de Culiacán, que con sus baladas fue ambientando al público que esperaban el momento en que saliera al escenario Manuel Carrasco.
La espera terminó pasadas las ocho de la noche, momento en que se apagaron las luces y en el escenario se escucharon los primeros acordes de Tambores de guerra, una de las canciones más potentes del disco Bailar el viento.
Los gritos llenaron el Plaza Condesa cuando Manuel Carrasco apareció en el escenario, gritos que pronto se convirtieron en un coro que cantaba junto con Manuel. El recinto ya se había llenado de energía que se disparó cuando continuo «Aprieta», uno de los temas más bailables y contagiosos que tiene en su repertorio.
Después de tomar un poco de aire y asimilar lo que estaba ocurriendo Manuel Carrasco saludó al público y agradeció que estuvieran con él en una noche que hace mucho esperaba sucediera.
«Y ahora» y «Sabrás», fueron un par de baladas que dieron un respiro al músico y al público después del inicio que hizo saltar a todos en el Plaza Condesa. Antes de continuar Manuel hizo una pausa para dedicar «Pequeña sonrisa sonora» a su hija que nació en junio de este año.
A este tema le siguió otro que es igual de especial, «Mujer de las mil batallas» dedicado a todas las personas que luchan cada día contra el cáncer. Canciones que hicieron romper a gritos al público y que corearon de principio a fin.
Después de este emotivo momento la noche continuó con «Yo quiero vivir», «Tan sólo tú», «Bailar el viento» y «Uno x uno», canciones que hicieron bailar a más de uno. Otro tema que hizo explotar la sensibilidad de los asistentes fue «Menos mal», canción que fue acompañada en todo momento por el coro del público.
Si la velada ya estaba llena de emociones, estás aumentaron cuando Manuel con guitarra en mano se plantó en el escenario para cantar un par de coplas. Algo que le costó trabajo explicar, porqué el público no paraba de gritar cada que hablaba, momento en que mencionó se notaba la pasión de los mexicanos.
Dos coplas que dejaron ver las raíces andaluzas del cantautor, y que como mencionó son las canciones con las que creció. Y a pesar de los gritos, logró que el público se mantuviera callado para que pudiera interpretar una de estas coplas sin micrófono y guitarra acústica, silencio que se rompió con un «olé» cuando terminó la última copla.
Terminado este momento acústico, volvieron al escenario sus músicos para continuar con tres de las canciones más conocidas de Manuel Carrasco, «No dejes de soñar», «Sígueme» y «Que nadie», temas que volvieron a subir los ánimos de los asistentes que bailaron y cantaron cada uno de los acordes de estas canciones.
Con «Que nadie» Manuel Carrasco presentó a sus músicos y agradeció a todos los que hicieron posible dar su primer concierto en México, y antes de concluir la canción proclamó que: «esta canción defiende la libertad de cada persona, es también un azote para todos los machistas cobardes que se esconden tras su máscara, que se enteren, que se avergüencen, que una mujer no es propiedad de nadie, que nacen dueñas de si mismas ¡Qué nadie calle vuestra verdad!»
De esta manera se despedía Manuel, y sin haber bajado del escenario el público comenzó a vitorear por «otra», gritos que continuaron cuando se apagaron las luces y que se combinaron con los de «Manuel, Manuel»
El músico originario de la Isla Cristina volvió al escenario, y se colocó al centro con su teclado para entrelazar «Que nos está pasando», «Libre», «Porque» y «Ámame otra vez». Temas que dieron un aire romántico a la velada, que se acompañó en todo momento por las voces de los asistentes.
Manuel anunciaba el fin del concierto a lo que el público, una y otra vez, respondía que no, mientras sus músicos se incorporaban al escenario y comenzaban con los acordes de «Ya no», tema que lleva meses sonando en las radios mexicanas y que fue su carta de presentación oficial en México.
Sin detenerse mucho continúo con «Amor planetario», al terminar este tema, una vez más se quedaba solo en el escenario, con guitarra en mano contaba al público que en sus días en México le había escrito unas palabras y que las cantaría en forma de bulería. El tema iba desde describir una noche en Garibaldi, pasando por Coyoacán, Xochimilco y cerrando con la solidaridad mexicana que se vio durante el sismo del 19 de septiembre. Sin duda todo un homenaje a la cultura mexicana.
Para terminar Manuel Carrasco escogió el tema «Siendo uno mismo», que antes de cantarla mencionó era un tema muy personal, que mostraba mucho de lo que era. Entre estás últimas palabras también comentó que con este concierto en Ciudad de México cerraba el tour «Bailar el viento», gira que había durado 18 meses a lo largo de España y Latinoamérica, y que concluía esa noche, lo que la hacía muy especial, por ser la primera vez que tocaba en México y por ser la última noche en que tocarían ese repertorio.
Las últimas notas de la noche se escucharon y Manuel Carrasco y su banda se dejaron todo en el escenario, pasión que se notó en toda la canción y en como llenaban todo el recinto, energía que se sintió también en el público que no dejó de cantar en ningún momento y que en algunos segundos ganó protagonismo a la voz de Manuel.
Aunque Manuel Carrasco y su público no querían terminará la noche, está llegó a su fin, pero sin antes dejar la promesa que esa sería la primera noche de muchas más.
Un concierto de mas de dos horas en las que en todo momento el público cantó, bailó y gritó, en que mostró todo el cariño y admiración que tienen a Manuel Carrasco. Y él en todo momento correspondió a todo esto, dejándose la voz y energía en el escenario, celebrando con cada estrofa el haber podido dar su primer concierto en México. Sin duda una noche mágica que quedará en la memoria de Manuel Carrasco y el público mexicano.