Entre hadas, girasoles y amigos regresó Rozalén al Lunario del Auditorio Nacional

Rozalén le regaló una noche única a la ciudad de México, el pasado 6 de diciembre en el Lunario del Auditorio, con más de dos horas de canciones, de historias, de risas, de sensaciones, de pieles erizadas, de gritos desenfrenados y de amigos, porque algo que distingue a esta artista es que se rodea de gente buena, como dice su canción Girasoles, gente que la admira y que reconoce el gran trabajo que hace por la música.
Pero antes de escuchar a Rozalén y compañía apareció en el escenario Pedro Pastor, cantautor español, invitado para presentar un poco de lo que hace y que, con unos cuantos temas, despertó la atención de varios de los asistentes al concierto.
La gente estaba preparada y hasta ansiosa por disfrutar de lo que traía esa noche Rozalén ya que no era un concierto cualquiera, seria la primera vez que en la ciudad de México se escucharían en directo los temas de su nuevo disco, Cuando El Río Suena; Y lo que este río llevaba, tal noche  fueron canciones, que elevaron las emociones a su máxima potencia, llenas de historias  reales que se volvían magia pura,  brotando de las guitarras de Ismael Guijarro y Samuel Vidal, saltando en las manos (lengua de signos) de Bea Romero y creciendo en la voz de María Rozalén.
La puerta violeta abrió el concierto, con cuatro artistas al frente que llenaban por completo el escenario. Las ovaciones no se hicieron esperar, pero algo en la voz de Rozalén hace que las personas estén a la expectativa del siguiente tema, de lo que esta por contar, así es como se descubrieron las historias de sus canciones como El hijo de la Abuela, Justo o Amor Prohibido que llegaron a lo más profundo de todos los que escucharon cada acorde y cada palabra, y muchos no pudieron derramar alguna lágrima.
Los invitados de la noche serían muchos e iniciaron con la aparición de Carlos Rivera que arrancó gritos nerviosos y aplausos desesperados, y aún más cuando inició a dúo con Rozalén el tema Vuelves, la siguiente invitada fue Dulce María, una artista que pocos se imaginaban  compartiendo escenario con Rozalén, pero que le dio un toque diferente y hasta simpático a Ahora.

Ni tu ni yo y Asuntos pendientes se engalanaron con la presencia Musical de Feten Feten que dejaron asombrados a todos y arrancaron aplausos y gritos de admiración a la gran mancuerna que se montaron entre Rozalén y esta Dúo Instrumental. La última colaboración corrió a cargo de Juan Solo, con quien interpretó Amnesia.
Las sorpresas continuaron con una Rozalén que con guitarra en mano,y Bea a su lado , interpretó La Llorona, un clásico de la cultura mexicana que le representaba una gran responsabilidad en este país y que fue muy bien recibido. Para terminar, Rozalén dedicó unas palabras de agradecimiento  a todos los que esa noche la acompañaron a llenar de energía positiva y emociones a flor de piel, tanta era la emoción que Rozalén no pudo contener las lágrimas al hablar de toda la gente que la había llevado hasta donde está.
La despedida llegó después de poco más de dos horas de concierto con Girasoles,  primer sencillo y presentación de su nuevo disco Cuando el Río Suena, un tema enérgico, positivo que hizo bailar a todo el recinto que la llenó de Girasoles, de verdad y de alegría y fiesta.
Así terminó una noche que no se repetirá jamas, entre amigos, aplausos, suspiros y canciones de amor, de justicia, de paz y sobretodo de gente buena, que es real.

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