La espera fuera larga, un año, pero por fin Conchita pudo volver a Barcelona para presentar su música en directo, en especial su más reciente disco «La Orilla»
La fecha llegó, su público esperó ansioso la entrada a la Sala Apolo y una vez dentro no podían ocultar su emoción, risas y encuentros inesperados hacían que el ambiente se llenara de buena vibra en espera de su artista.
Pasadas las ocho de la tarde Conchita y su banda saltaron a escena, detonando la emoción que su público tenía guardada desde hace un año. La primera canción sonó y como si fuese la última su público la cantó a todo pulmón, se dejaron la vida en ese primer tema.
Agradecida y feliz por al fin llevar a cabo este concierto la cantautora agradecía la paciencia de la gente por haber esperado tanto tiempo, pero no sólo fueron palabras de agradecimiento, ella agradecía cantando los clásicos de su carrera, las canciones con las que muchos la conocieron.
«La Orilla» es su más reciente álbum un disco que lleva más de un año en el mercado pero que, por la pandemia, no había podido presentar en Barcelona, por eso esta noche era especial, las canciones de este disco sonaron, fueron coreadas por su público como si de las más conocidas se tratasen.
Pablo Cebrián, Sergio Pascual, «Chilo» y Raúl Osuna fueron grandes cómplices de la velada, su banda le inyectaba energía a cada una de las canciones, desde aquellas más tranquilas que se convirtieron en canciones eléctricas hasta aquellas, con más ritmo, que invitaban a no quedarse quieto.
Las anécdotas son algo imprescindible en un directo de Conchita y su reencuentro con el público de Barcelona estuvo plagado de ellas, en ocasiones ella misma se reía diciendo que no sabía porque les contaba esto, pero parecía que lo hacía con toda la intensión de hablar con amigos que hace mucho tiempo no veía, eran las conversaciones que se habían quedado guardadas y que hoy salían a cuento.
Sonaban y sonaban canciones, risas y aplausos, gritos de apoyo y coros, pero la noche llegaba a su fin, habían sido dos horas de concierto, dos horas inesperadas, 120 minutos que sabían a poco, después de la larga espera, pero a su vez supieron a gloria por volver a disfrutar de Conchita en directo.
Así como inició el concierto, así terminó, por todo lo alto y con el coro más fuerte de la noche, su público se entregó ante la cantautora, Conchita se entregó a su público de Barcelona, y con toda la Sala Apolo de pie y entre incesantes aplausos el concierto del reencuentro terminaba.
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