En marco del Guitar BCN, Arnau Griso se presentó con gran éxito el pasado 13 de febrero en la Razzmatazz para despedirse de su público barcelonés, fue el primero de dos conciertos que tendrán en esta sala.
Con el cartel de entradas agotadas el dúo y su banda saltaron a escena pasadas las siete de la tarde desatando la locura y elevando la temperatura desde el segundo uno del show. Su público los acompañó en esta noche especial, donde todo estaba por terminar.
La emoción de ese último concierto se sentía en el ambiente, algunos de los asistentes sabían que era la última vez que podrían disfrutar juntos a sus artistas, era más que una despedida, era recordar aquellos momentos que vivieron junto a su música, por eso había que vivirlo al límite.
Todas y cada una de las canciones fueron coreadas, cantadas de principio a fin, el sonido del público era abrumador, la voz de la Razzmatazz opacaba las voces del escenario, era su público quien les cantaba a ellos, eran cientos de voces quienes les hacían sentir el cariño que hay por su música.
La emoción de Arnau y Eric no se podía ocultar, sus sonrisas, sus miradas de complicidad no daban crédito a lo que estaba pasando, las nuevas canciones sonaban tan fuertes como las primeras y más conocidas, los aplausos eran más sinceros que nunca, eran los aplausos de una despedida.
Era un sin parar de emociones, las canciones iban una tras otra, un poco de descanso cuando ellos hablaban, reían y recordaban cosas del nacimiento de sus canciones, estos pequeños momentos de relajación sólo eran el preámbulo de más fiesta, de más energía desbordada, energía que paró de golpe cuando todos salieron del escenario, no sin antes agradecer lo vivido.
Al grito de Arnau Griso, todos volvían, volvían para vivir lo más emotivo de la noche, el público coreaba Eric Griso, provocando la risa nerviosa de Eric, luego Arnau Blanch consiguiendo sacar las lágrimas en el cantante, quien durante algunos minutos no pudo contener el llanto, ese llanto lleno de amor y recuerdos.
El final estaba por llegar la nostalgia y las lágrimas de alegría se apoderaban de Arnau Griso, la canción Eric Blanch sonaba y retumbaba, Arnau se la cantaba a la cara a Eric como si se despidiese de él, la gente, su gente les cantaba dejándose la voz, un momento que más de uno vivió con intensidad y con lágrimas en los ojos.
El show llega al final y lo harían con la canción que lo inició todo, esa canción que arrancó el proyecto de Arnau Griso, Es Gratis fue el tema con el cual cerraron su primera noche en Barcelona, fue la canción que decía adiós a todo lo vivido hasta el día de hoy, la energía llegó a su límite, todo era fiesta y alegría.
Es así como Arnau Griso se despide de Barcelona, por ahora, porque para sorpresa de todos más allá de su próximo show el 15 de febrero, volverán a la ciudad el 25 de noviembre para ahora sí, dar su último concierto, como lo mencionaron sus integrantes, este será el último show de la banda.
Arnau Griso serán la banda del buen rollo y la energía sin límites, Barcelona los volvió a disfrutar en directo, les entregó todo su cariño, la noche fue especial, única e irrepetible, por ahora es un hasta pronto, se acerca el final, pero aún quedan momentos por vivir.
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